8 de octubre de 2009

Las chicas M&M´s

Foto: Marijo Grass


—Puesss, mira, yo quiero la ensalada de brotes verdes con frutos del bosque, una ración de provoleta, otra de tomates verdes fritos, una tapa de humus y, de segundo, los escalopines a la pimienta con arroz basmati.
—Y, ¿para usted?
—A mí me traes el lomo de salmón con eneldo en papillotte.
—¿Algo más?
—Una botella de Perro Verde, bien frío, gracias.
—Ay, cari, ¿tú has probado este vino? ¡Con ese nombre!
—No te preocupes que no está mal: es un Verdejo BBB
—¿Cómo?
—Bueno, Bonito y Balato.
—¡Ah!
—Oye, pero, ¿tú no estabas a dieta? No veas cómo te vas a poner.
—¡Aiing!, ya lo sé, pero es que me tengo que pegar un homenaje.
—¿Y eso?
—Tengo que celebrar que me he librado de Katia.
—Te pasas la vida celebrando, así no vas a conseguir nada con la dieta. Mmn, ¿quién es Katia?
—La rubia aquella de ricitos de oro superborde. Se supone que era mi jefa en la promotora de eventos. Estaba en la fiesta que organizamos en julio por lo de la moda urbana: The Brandery; controlando la lista de invitados y robándole el protagonismo a los VIP. ¿No la viste? Sólo le faltaba un tatuaje tan visible como el de Melanie Griffith con la leyenda: “qué guapa que soy, qué tipo que tengo y qué bien que estoy” y, “todas las top models que circulan por aquí no me llegan a la suela del taconazo porque soy más lista que Sharon Stone con 25 años menos”.


Foto: Marijo Grass


—Creía que te llevabas bien con ella. Además, ese me parece un buen mantra para mantener la autoestima a flote.
—¡Qué va! Menuda Marisabidilla. Y yo que pensaba que podíamos ser amigas, ¡ja!, es de lo peor; ¡si me hizo creer que era la directora de producción!, y ¡me robó un proyecto!
—¡Desembucha!, y prueba el Perro Verde que está fresquito.
—Pues resulta que la tía iba de guays, y el día que me llamaron de la productora me recibió ella; tengo que reconocer que con mucha amabilidad, así, en plan enrrollada, y yo pensé: ¡qué amor de jefa me ha tocado! Bueno, empezó a explicarme como trabajaban; me soltó el discursito de fidelidad a la empresa, de confidencialidad con los datos de los VIP, que de eso se encargaba ella, y bla bla bla. Después me invitó a tomar un café en el bar de la esquina y acabó contándome cosas de su ex, de su mascarilla para el pelo— que se la hacía ella mezclando potingues—, y de lo ideal que era la tapicería nueva de su sofá, que ya no parecía de IKEA porque ella era un “as” customizando y ahora podría pasar por uno de Roche Bubois. Reconozco que me extrañó porque una jefa no te invita el primer día a café, ni te cuenta su vida amorosa ni demás asuntos domésticos que ni te van ni te vienen; eso lo hacen las amigas. Así que pensé que me estaba otorgando un trato de favor, no sé, que quería ser colega o algo; que le gustó la pinta que llevaba…
—¿Qué llevabas?
—Nada extraordinario, el vestidito tipo Baby Doll con blondas que me compré en un outlet de Gracia.
—¿El azul con lazadas y una caída estupenda que te hace tipazo?
—Ese, pues nada, me llevé toda la documentación y le dije que en un par de días tendría el programa resuelto y la confirmación de los músicos y, como me vio espabilada, con buenas ideas y una agenda de contactos importante, me pidió que le trajera una propuesta de actividades para toda la temporada en uno de los hoteles de lujo con los que YO había establecido contacto. Me pasé tres días haciendo llamadas y redactando un proyecto que podría interesar a más hoteles de esa categoría porque tienen unos espacios increíbles y superdesaprovechados, incluidas las terrazas, donde se pueden montar saraos de todo tipo y rentabilizarlos y, cuando le presento el pollo completo me suelta que lo estudiará con calma, que ya me dirá algo y que, de momento, consiga mucha gente para la fiesta, que ella me pagará un porcentaje por mi lista de invitados.
—Bueno, eso es más o menos habitual…
—Sí, pero antes de irme se dedicó a poner de vuelta y media al resto de personal contratado para la ocasión, tratándolos de ineptos, chapuzas y mediocres y, que si ella era supercreativa y con semejante pandilla de palurdos era imposible trabajar y lindezas por el estilo.
—Eso ya no me parece habitual; apesta.
—Entonces empecé a desconfiar, porque pensaba que era una tía simpática y eficaz; tan estupenda que por eso le daba miedo a la gente.
—La discreción es una virtud en vías de extinción en nuestros tiempos.


Foto: Marijo Grass


— Pero ahí no acaba la cosa...
— No se vayan todavía, ¡aún hay más!, jajaja. ¿qué te hizo esa loba? ¡Hips!, ay, perdón.



Foto: Marijo Grass


— Oye, te estás poniendo fina con el vinito este. A ver si acabas verde como el increíble Hulk.
— Es para ahogar tus penas. No se me ocurre nada mejor que dar sorbos a mi copita mientras me ilustras con los detalles…
— Pues resulta que me dejé el móvil en el despacho y, ya estaba a punto de coger el metro pero tuve que regresar corriendo a buscarlo; y Montse, la de recepción, me dejó entrar a cogerlo porque ya habíamos hecho migas y la otra estaba reunida con el gran jefe.
— ¿Y qué?
— Pues que me encontré la puerta medio abierta y escuché la conversación.
— Anda que ¡tú también eres un rato cotilla!
— Pero, ¡qué cotilla ni qué leches! La muy zorra estaba largando al director mis ideas como si fueran suyas, y como tiene esa labia parecían la ostia de buenas; hasta que escuché mis palabras en su boca y, el jefazo, que seguro iba encocao a esas horas, entusiasmado, poniéndole medallas y repasando su escote.
— ¡Menuda zorra!
— ¿ Zorra? Y una yonqui del control; y pedante, embustera, sabihonda y una arpía de primera; y, encima, la habían contratado como a los demás, o sea por evento, solo que a ella le había tocado hacer acto de presencia en la oficina para que hubiera alguien al teléfono atendiendo a las empresas que nos facilitaban los equipos, el catering y todo lo demás pero, al final, la han echado, ¡a la puta calle!
— Pues, menos mal.
— Todo porque el otro día se quiso hacer la importante en el cóctel del Hotel Arts y no dejó entrar a un tío que se parecía a Dany de Vitto; resulta que era un famoso crítico de moda inglés que había invitado la organización y ella no tenía su nombre en la lista. El tipo le dijo quién era y, ni se molestó en averiguarlo, se lo quitó de encima de mala manera…
— Si hubiera sido un tío bueno seguro que hace una excepción.
— Pues firmó su sentencia por lerda porque la enviaron a su casa antes de que acabara la fiesta.
— Joer, cómo está el patio, pero yo creo que a esas les ves el plumero enseguida, no como a las Mosquitas Muertas, que parece que no han roto un plato en su vida; siempre están la mar de dispuestas, hablando bajito y sin mirarte a los ojos y, después, te clavan el puñal por la espalda cuando menos te lo esperas. Yo tengo una tía en Buenos Aires que siempre dice:

“ Ojito con las mansas, que las bravas se ven venir”

—¡Qué razón tiene tu tía!



Foto: Marijo Grass


— Precisamente me llamó Marta anoche hecha una furia para preguntarme si Angelito, el segurata que curra en los estudios, le podía dar un susto a una administrativa de su departamento.
— Qué Angelito, ¿el que da clases de salsa en el Mojito?
— No, mujer, el negrón que vigila de noche los platós donde hacemos los casting. ¿No te acuerdas del gorila que te dejó entrar cuando viniste a buscarme a las 2 de la mañana?
— ¿El que me pidió que le regalara el paquete de tabaco para pasar la noche?
— Ese.
— ¡Qué cabrón!, porque daba miedo el tío si no de qué le voy a dar yo mi tabaco.
— Bueno, el tema es que Marta ha tenido una nueva compañera desde hace seis meses; de esas de aspecto virginal que hablan poco, se relacionan menos y acaban por dar lástima porque nadie les propone que se vayan a desayunar juntas; y a Marta, que ya sabes el carácter que tiene, siempre haciendo bromas y colegueando con todos, le salió la vena samaritana y empezó a invitarla a café para que se integrara un poco con el resto de la gente. Entonces la MM le devolvió el favor intentando complacerla: le daba la razón en todo, se ponía de su parte cuando tenían bronca en la oficina y, cuando Marta empezó a tener su crisis con Antonio, con la madre mala y todo ese follón, se ofreció a ayudarla, a acabar algún encargo y cosas aparentemente sin demasiada importancia.
— Vamos, de esas modestitas que te adulan todo el rato y acabas sintiéndote culpable de que no tengan novio, ni amigos, ni gusto para vestirse ni na.
— Pues sí, pero cuando Marta se pidió la baja hace un par de semanas para ocuparse de su madre, porque la iban a operar, la otra no ha perdido el tiempo y, con el rollito de sacarle curro de encima, se lo ha montado tan bien que a su jefe le parece ahora que Marta sobra, que su trabajo lo puede asumir la Mosquita Muerta y él no está dispuesto a sufragar los problemas familiares que tenga, aunque sea una tía leal a la empresa, con cinco años de antigüedad y supereficaz.
— ¿Le ha robado el curro?
— No solo eso, casi le roba a Antonio también.
— Joderrrr, menudo zorrón.
— No lo sabes tú bien. Aprovechando que Marta estaba en el hospital llamaba por la noche a su casa con la excusa de contarle algo del trabajo pero, lo que quería era tirarle los trastos a Antonio; así, muy sutil ella, dando pena, como Anne Baxter haciendo de Eva Harrington en
Eva al desnudo (All about Eve) de Joseph Mankiewicz: un ejemplo sobresaliente de Mosquita Muerta. Bueno, la menda empezó a llamar a Antonio al móvil hasta que el otro día consiguió quedar con él; y tú sabes lo simples que son los tíos para esas cosas, que no ven a estas zorras ni con gafas de aumento. Pues al final pasó, bueno casi.
— ¿Qué pasó?
— Que Antonio acabó cenando en su casa; y la cosa no superó la etapa del besuqueo porque lo llamó Marta, que la había parado la poli al salir del hospital y, como se había tomado un par de cervezas esperando las pruebas de su madre, le había salido positiva la alcoholemia y todo eso.
— Y, ¿cómo se enteró?
— Se lo contó él ayer. Como estaban en crisis…
— ¡Qué fuerte! Uff, ya no te puedes fiar ni de las compis de la oficina.
— De las de ese tipo NO; ni Mosquitas Muertas ni Marisabidillas.
—¡Aing!, llevamos toda la tarde de cotilleo gracias a las chicas M&M´s, jaja.
— Tranquila, que he leído en el COSMO de este mes que cotillear alivia el estrés y levanta el ánimo.
— Y tanto.


Foto: Marijo Grass


— Lo avala un estudio de la Universidad de Michigan; y tú sabes que yo creo firmemente en el rigor de las investigaciones académicas. Dice que el chismorreo te acerca emocionalmente a tus amigas, lo que eleva el nivel de progesterona; y que es un remedio más efectivo que ir de compras, que solo desestresa a un 25% de las chicas frente al 43% de las que lo superan durmiendo a pierna suelta.
— Pues yo voto por sumar todas esas cosas: seguimos cotilleando, después nos vamos de compras y esta noche dormiremos como marmotas la mar de desestresadas.
— Buena idea, ¿por dónde empezamos?
— Por comprar el Qué me dices para rajar de las famosas, y luego nos vamos al Zara del Paseo de Gracia.
— Uff, a Zara no, que siempre hay atascos en las cajas y encima todas se llevan lo mismo, y luego sales por la noche y parece que te hayas puesto el uniforme.
— Okeiss, a Zara hoy no, pero luego me acompañas al KGB que hay una fiesta de una marca de zapatillas estilosas y tengo que averiguar cómo se lo monta la competencia, y de paso controlar sus patrocinadores.
— Vale. Let´s go.



Foto: Marijo Grass


Este relato está dedicado a Claire, que me recordó el personaje de la Marisabidilla y le prometí escribir algo en su honor.

28 comentarios:

r dijo...

Como me gustó esa palabra. Marisabidilla.

Y la historia todavía más!
Anda que no me he topado yo con chicas como esas. Concretamente conviví con dos mosquitas muertas hasta no hace mucho... y aguantar peripecias como las de la historia las 24 horas del día puede convertirse en un calvario.
Menudo año pasé!

Claire dijo...

¡¡¡ Pero que ilusión me ha hecho !!! Muchas gracias, de corazón. Me ha encantado el relato... y vaya con la mosquita muerta... no sé cuál de las dos es peor... En mi vida, creo que ha entrado en escena una "posible" mosquita muerta. No estoy segura pero por si acaso mantengo los ojos bien abiertos... espero que no y que solo sea que yo soy desconfiada :-); Espero que no porque la chica en cuestión no me cae mal... pero no me fio del todo.
Un abrazo grande y gracias de nuevo. Que pases un feliz jueves.

Juan Rodríguez Millán dijo...

Si lo avala un estudio de la Universidad de Michigan, entonces que viva el cotilleo, je, je, je...

Marisabidillas, trepas, mosquitas muertas... ¿Por qué la gente no se busca un hobby y deja de hacer la vida imposible a los demás...?

A día de hoy, creo (e insisto en el término, creo) que no tengo nada así cerca. Pero sigo vigilante dentro de mi ingenuidad...

Martí dijo...

¡Brillante, brillante, brillante!
Imaginación, desparpajo, sencillez, creatividad... me encanta tu relato.
Me ayuda a conocer un poco ese mundo femenino que a veces nos cuesta tanto descubrir a los hombres. También nosotros tenemos comportamientos especiales pero si creo que son distintos... afortunadamente.
Sigue, sigue, sigue...

Anónimo dijo...

Ay cuánta razón tienen las tías de Buenos Aires! Si, las mosquitas muertas son lo peor, pero las superenrolladas tampoco se quedan atrás. Creo que todas, en algún momento, nos hemos topado con alguna penca que nos ha 1) saboteado el trabajo, 2) que se lo ha apropiado o 3) que nos ha intentado quitar o nos ha quitado el novio (hay algunas, incluso, con un talento especial para hacer las tres cosas al mismo tiempo).

Arrrgggg, que rabia! Menos mal que siempre que nos quedan las buenas amigas con las que comer, beber un buen perro verde, mientras cotilleamos y revolvemos entre los ofertones del H&M.

La Queli dijo...

Jajjajajajaja, es tan real, que ya estoy odiando a ESAS lagartonas, ajajajajajaja.

Eres increible. Yo me pido primer para leer el borrador de tu primer Best Seller.

Besucos.

Simone Marie dijo...

Por Dios como me ha recordado esto a una ex compañera de trabajo que era muy dulce, muy pequeñita, muy amable,muy mona, muy amigable..siempre dispuesta a ayudar, a cambiarte turno...a lo que fuera y cuando te dabas la vuelta te la clavaba bien clavada.

No te puedes fiar de éstas, como me decía la madre de una amiga: "Ayyy fíate tu de la bonanza..."

Genial la conversación, como todas las que tienes.

Besos

PD Eres tu la de alguna de las fotos??

Sandra dijo...

Si es que las apariencias engañan, y a veces tras un envoltorio dulce se esconde una gran depredadora!!.

besos.

Lola dijo...

Como te puedes inventar tantas cosas y relatarlas de esa estupenda manera? Te envidio por tu facilidad, claro que se me olvidaba que estoy ante una gran escritora!!!!
De verdad que un diez! Un beso Lola

Jo Grass dijo...

Raquel: Nuevo término para tu lista, jaja. Me pregunto cómo traduciríamos Marisabidilla al inglés: know it all? No se me ocurre una palabra con los matices que tiene el término en español. A ver si me iluminas, jaja

Claire: Lo prometido es deuda. Me alegro que te haya gustado el regalo y, ¡ojo! con las M&M´s

Juan: Lo mismo te digo. Ojito con estas liantas. Tienes toda la razón pero, pensándolo mejor, esta clase de mujeres me dan pena, porque mostrar semejante personalidad no les puede reportar nada bueno, aunque parezca lo contrario; por sus supuestos logros, of course. Al final la vida lo pone todo en su sitio.

Martí: Mil gracias por tanto elogio. Me alegra encontrarte de nuevo por aquí.

Octavia de Cadix: Está claro: lo que una necesita son buenas amigas para superarlo todo.

La Queli:cariño, que tú ya sabes que el día que lo consiga el primer ejemplar superdedicao con todos los honores es para TÍ. A lo mejor un día de estos me animo y cuelgo algo para abrir boca, aunque sea un prólogo, jaja

Simone: Mira que es difícil encontrarme en una foto. Si me paso la vida detrás de una cámara: por trabajo y por placer. Por eso se empeñó mi novio en que no pusiera un avatar en mi perfil, para variar, y la foto me la hizo él. Todas las fotos que aparecen en el blog pertenecen a mi archivo personal, y me proporcionan las ideas para inventar historias, supongo que es deformación profesional.

Sandra: tienes toda la razón. No hay que fiarse de las apariencias. Con cierto tipo de indivíduas te puedes dar un batacazo tremendo.

Lola: ¿ No has pensado en dedicarte a la edición ?
¿ Puedo incluir tu nombre en las cartas de presentación a agentes y editoriales? Es que tengo una amiga que dice que soy una gran escritora!!, jajaja

Besotes para todas/os

Adriana dijo...

El mundo está lleno de mosquitas muertas, a veces, aún viéndolas venir, acabas convirtiéndote en su amiga del alma, aunque sólo haga dos meses que trabaja contigo o que te la ha presentado una amiga. Más tarde te das cuenta que les has contado media vida, y le has mostrado con detalle tus puntos débiles… que claro está, ella sabrá aprovechar ¡¡¡ Cómo se puede ser tan ingenua ¿?? .
Pero como dice Drexler “cada uno recibe lo que da”.
Me encanto el post… como siempre, te estás poniendo el listón muy alto.
Kisses.

Girl From Lebanon dijo...

Que manera de rajar!! jejeje...ahora no se puede fiar uno de nadie...a la gente le están metiendo que hay que ser egoistas y pensar en uno mismo, y se lo toman al pie de la letra y con unas ganas...

Bss y feliz finde!!!

r dijo...

Me puse yo a hurgar en el diccionario y resulta que si, know-it-all es una de las versiones preferidas... aunque hay otra:
Bluestocking

Sinceramente no sé qué tendrá que ver las medias azules con que una mujer sea una cotilla redomada. Cosas de ingleses...
Por si acaso, tendré algo de cautela con las que tengan las piernas azul cielo, por si las moscas.

Jo Grass dijo...

Raquel: Me dejas anonadada y bastante perpleja.
¿Tendrá que ver con ciertos aspectos del humor inglés que se me escapan por completo? Cuando vuelva a Londres, por si acaso evitaré llevar en mi maleta medias azules, jaja
El martes veré a una amiga de Liverpool. Se lo voy a preguntar y te cuento.

Jo Grass dijo...

Adriana: Las mosquitas muertas son lo peor. Es imprescindible activar el radar para detectarlas a tiempo, jaja. me alegra que hayas disfrutado con la historieta

Girl from Lebanon: Bienvenida a esta cocina y, tienes razón: "rajar" es el deporte nacional. No conozco a nadie que no lo practique en algún momento de su cotidianidad pero, para las protagonistas de esta historia resulta de lo más terapéutico, jaja

Regresa cuando quieras. Servimos el menú los jueves

LadyMarian dijo...

Muy bueno!! Te felicito! Me encantó!
La jefa me hacía acordar a la de la película "Secretaria ejecutiva". La verdad es que yo he tenido más suerte con los jefes que con las jefas. Ellos han sido siempre muy correctos y coherentes, aunque tuvieran algunas mañas inofensivas. En cambio las jefas que tuve fueron unas locas impredecibles! Fue simple casualidad, ya lo sé.
Te felicito!! Brillante!
Besos

Graze dijo...

Creo que tod@s alguna vez hemos conocido alguna Marisabidilla.
A mi la última que me tocó me hizo cambiar de gimnasio. Aunque al final todas las cosas terminan cayendo por su propio peso... Las punzadas de estas personajillas son muy dolorosas

Un abrazo!

ayxagirona dijo...

Si t'expliques las "jugades" que és fan al meu curro fliparies. Lo millor de tot és continuen sent amigues, jejeje¡¡¡ Las teves fotos molt apropiades ¡¡

Principessa dijo...

jajajaja me ha encantado estos relatos, ¡son buenísimos! la verdad es que tienes toda la razón, hay que tener mucho cuidado con ese tipo de chicas!!

Y por supuesto, siempre viene bien de vez en cuando una "quedada" para cotillear con un café entre las manos xD y también el ir de compras con las amigas y el dormir a pierna suelta toalmente relajada, pero lo cierto es que esto último pocas veces se puede hacer, ya que el estrés vive con nosotras y la mayoría de las veces nos impide dormir tranquilamente :D

¡¡Un beso!!

Cris dijo...

Querida Marijo, es un gran placer leerte!!!, como siempre me ha encantado en relato, muy chick-lit!!
Y claro tambien tuve en algun momento que convivir con chicas que no eran del todo sinceras.
ojalá espero conseguir tu libro y poderlo leer.

Un abrazo chiquilla bella

B dijo...

El refranero español es sabio...líbreme Dios del agua mansa que de la turbia me libro yo.

Las teóricas mosquitas muertas son las peores!!!

acoolgirl dijo...

Sin duda, las peores las mosquitas muertas!! Estoy totalmente deacuerdo con tu tía!!

Estas cosas hacen que, al final, no nos podamos fiar de nadie... Ufff!! Qué rabia!!

Un besazooo

r dijo...

... es que estos ingleses son muy extraños. Cuanto más los estudio, menos los entiendo.

O quien sabe, alomejor la rara soy yo y no me he enterado. Claro, es que a mi no me ha estudiado nadie aun, será por eso.

Un besito Jo!

Anónimo dijo...

Jajaja, vaya enredos que creas, y menuda facilidad de palabra. Muy bueno

Jo Grass dijo...

LADY: Esas son las cosas que me desconciertan; me refiero a que las jefas adopten roles que siempre criticaron en su vida de subordinadas, incluso más despiadados que sus antecesores masculinos, uff

INFINITHY: Ceo que todas nos hemos topado con ambas versiones pero, sigo creyendo que las mosquitas muertas son lo peor!!

AYXA: En todas partes cuecen habas, como decía mi abuela, que era una mujer muy sabia.

PRINCIPESSA: me encanta que te diviertan is relatos y, por supuesto, las quedadas con buenas amigas resultan "antioxidantes", jaja

CRISTOPHER: me alegra encontrarte de nuevo por mi cocina. No tardes mucho en regresar...

BICHEJO: Qué auténtico el refranero español. No tiene desperdicio!!!

ACOOLGIRL: Sí que da rabia toparte con estos ejemplares, especialmente cuando te clavan el puñal por la espalda!!

RAQUEL: Es cosa del humor inglés. Estoy convencida.

LEINAD: Adoro arrancar tu risa, sobre todo porque escribo para tías y tener lectores que les divierta es todo un honor.

Luna Méndez dijo...

te robaron el bolso!!!!

pobrecilla! ración triple de gominolas para tí, x supuesto!

Lujo dijo...

Hola Jo,
¿¿¿Las Universidades hacen estudios de ese tipo de cosas??? O.O...Estoy alucinada, pero tomo nota como futura excusa.
Hace unos años tuve una jefa un tanto "trastornada".Creo que podría hacerse gran amiga de la que describes....Serían tal para cual ¬¬
Abrazotes enormes!!

Jo Grass dijo...

Hola lujo,
a mi me alucinan bastante estos estudios que hacen en las universidades americanas, pero sí, es cierto, lo leí y parece que es un estudio riguroso.

En fin, estos yankees siempre me sorprenden en estos asuntos y, lo de estas señoras M&M da para una tésis sobre determinados comportamientos humanos, de los que hay que huir, naturalmente.
Besotes