27 de enero de 2011

A VER SI ME ACLARO UN POCO

Foto: Marijo Grass



UNA CITA DE REGALO


El próximo finde cumplo 16 años. AL me ha despertado esta mañana con uno de sus gruñidos habituales, preguntándome si quería dar un paseo por la playa y después ir al centro a buscar mi regalo. AL es mi bisabuelo; ya sé que suena un poco raro, pero más raro suena llamarle bisabuelo; a lo mejor acortándolo: “¡Eh, bisa…!”. ¿Lo veis? No funciona. Parece que esté dando un toque a un colega, metido a camello de barrio, o algo así. El tema es que bi-sa-bue-lo resulta demasiado largo, y a su hijo ya lo llamo abuelo; es lo que hay.


En realidad se llama Alfredo, igual que yo. Hace mucho que decidimos repartirnos el nombre: él sería AL y yo Fredo, aunque mis amigos me llaman Fredi, que suena mejor que Frodo, que era como les molaba, y así me ahorro las bromas en el instituto con el hobbit de Tolkien. No es que tenga muchos amigos; bueno, tengo a Chewbacca, el que me quería llamar Frodo, que es tan alto y peludo como el wookiee copiloto del Halcón Milenario, además de muy básico y leal; nuestra relación se parece bastante a la de Chewie y Han Solo. Yo le digo que lo quiero, cada vez que hacemos algo juntos y no la cagamos; no sea que me pase como a Han Solo y, dentro de unos años, él salve a mis hijos de algún desastre medioambiental, y muera por ellos, y yo no tenga tiempo de agradecérselo. En fin, Chewie se llama Carlos, pero me mola más Chewbacca. Es muy aventurero y le gusta construir aparatos raros con piezas que encuentra tiradas en la calle. Yo soy más de libro y mando a distancia.



Foto: Marijo Grass


AL es tan raro como el tío Bilbo, el de Frodo; no sé si os habéis dado cuenta que he vuelto al Señor de los Anillos, aparcando la Guerra de las Galaxias; me viene mejor para intentar explicaros mi situación familiar; y si no sabéis de lo que estoy hablando es porque no tenéis ni pajotera idea del Señor de los Anillos ni de la Guerra de las Galaxias; y eso es una putada, para vosotros, no para mí, que lo he leído todo y he visto las películas. Y ahora, seguro que estáis pensando que soy un puto freak y salís cagando leches de mi página. Bueno, me da igual. El caso es que AL, o sea, mi bisabuelo, por si habéis perdido el hilo los que seguís aquí, parece que me adoptó de pequeño, aunque no sea mi tío y mis padres no se parezcan en nada a Drogo Bolsón y Prímula Brandigamo, y tampoco hayan muerto en extrañas circunstancias pero, para el caso, es lo mismo. Y en la cadena de sucesión, después de los padres están los abuelos; y si no están disponibles, supongo que te dan en adopción, pero en mi caso AL estaba disponible y me quedé con él.





Foto: Marijo Grass


No sé si provengo de una familia disfuncional o poco funcional; ese es un tema que me taladra la cabeza cuando doy paseos con AL y se queda en silencio contemplando los aparejos de pesca abandonados en el puerto. No mira el mar ni disfruta del paisaje; está siempre en la inopia observando cuerdas raídas o cadenas oxidadas. Todo bastante asqueroso y maloliente. Qué, ¿por qué lo hace? Ni idea. Tendréis que preguntarle a él.




Foto: Marijo Grass


Lo cierto es que no conozco a nadie que haya sido criado por su bisabuelo, que su tatarabuela esté dando guerra con 97 tacos y se meta con su aspecto tres veces al día; o que confundan a su madre con su hermana y estén suspirando por tirársela, porque tiene buenas tetas; o peor todavía: que cuando viene de visita, te coja de la cintura por la calle, y la gente piense que es una de esas maduritas devoradoras de adolescentes; bueno, no sé si es madurita porque la mayor parte del tiempo que pasamos juntos, que no es mucho, ella parece la adolescente. ¡A lo mejor se quedó atrapada en esa época gracias al accidente! No es que tuviera un accidente ni nada pero, así es como habla AL del tema, cuando consigo sacarle alguna información sobre el asunto de mi nacimiento, y de por qué fui pasando de manos en la cadena de sucesión y me quedé a vivir con él. Y ahora voy a cumplir la misma edad que tenía su nieta cuando me parió; supongo que por eso viene todo este caos a mi cabeza y he decidido escribirlo a ver si me aclaro un poco.




Foto: Marijo Grass



No creáis que soy un tarado, hijo de madre adolescente, y no me doy cuenta ni sé lo que estáis pensando todos ahora mismo: ¡Desembucha, joder! ¡Cuéntanos la historia de tu madre! Porque a la gente solo le interesa el morbo y las desgracias ajenas; y con eso no quiero decir que fuera una desgracia que mi madre me tuviera a los 16 años; si lo pensara sería gilipollas, porque si mi madre no me hubiera tenido a esa edad y se hubiera desecho de mí en una clínica, antes de que asomara la pata, yo no estaría aquí aburriendo a todos lo que habéis decidido seguir leyendo mis neuras porque, sencillamente, ¡NO EXISTIRÍA!




Foto: Marijo Grass


Tampoco es que sea una gran historia, ni que hayan violaciones o asuntos turbios y sórdidos de por medio. Mi madre se enamoró de un gilipollas con el que estuvo saliendo de los 13 a los 15, hasta un día que llegó al Instituto y lo encontró follándose a otra en los lavabos de tías. Ni siquiera se molestó en cortar con ella primero, así que imagino que fue un aquí te pillo aquí te mato y a partir de ahora eres mía; me refiero a la otra, no a mi madre. El caso es que ella se cogió un berrinche de la ostia y, ese mismo día, al salir de clase, apareció su consolador: un tío de los mayores del Insti, que le robaba la furgoneta a su viejo, aunque no tenía carnet de conducir, y se ofreció para llevarla a casa. Imagino que el consolador —o el accidente, como lo llama AL —, hizo bien su trabajo porque se la acabó tirando en la furgoneta; mi madre perdió la virginidad y se quedó preñada en la misma jugada, de un pavo que conocía de vista y que ni siquiera le gustaba; lo que me hace pensar que soy el resultado de un berrinche o de algún tipo de venganza y, eso suena muy de cómic y todavía no tengo claro si me gusta o es una putada.





Foto: Marijo Grass



AL dice que, cuando nací, empezaron a salir juntos, mi madre y el de la furgoneta, a ver si funcionaba la cosa pero, supongo que era más difícil que, dentro de unos años, yo me convierta en el sucesor del tío que inventó Facebook y me haga millonario antes de los 24. Vamos, que estaba cantado, aunque todavía no se hubiera inventado Facebook y no existiera la posibilidad de que alguien hiciera una comparación similar. De todas formas, he de decir que tampoco creo que fuera un cabrón cabrón al cuadrado; me refiero a Arturo, el de la furgoneta, o sea, mi padre; por lo menos lo intentó y, cada año, por Navidad, me envía una postal; y ya tengo 15 postales; eso me hace deducir que es un tipo raro, o chapado a la antigua, como dice AL, porque es muy raro que un tío de su edad envíe postales. ¿Quién cojones envía postales hoy en día? ¿Acaso no tiene correo electrónico o un móvil para llamarme? A lo mejor es porque tiene nombre de Rey, y los reyes no envían correos, porque lo de la realeza es algo como antiguo, digo yo; y seguro que de eso se ocupan sus ayudantes. Aún así, conservo todas sus postales. Al fin y al cabo, es todo lo que tengo de él, y le guste o no, sea una accidente o un consolador, es mi padre.




Foto: Marijo Grass



— He pensado que podría regalarte una cita por tu cumpleaños —me suelta AL, cuando nos sentamos en un banco, porque tiene una pata averiada y necesita descansar a cada rato.
— ¿Una cita? ¿De qué hablas? —respondo perplejo.
— Pues sí, una cita, porque está claro que no estás por la labor y ya tienes pelos por todas partes; y apestas. Necesitas empezar a conocer mujeres. Ya tienes edad.
— Pero, AL, ¿se te ha ido la pinza?
— ¿Acaso eres marica? ¡No te habrás liado con ese energúmeno peludo que tienes por amigo!
— ¡Joder, estás flipando!
— ¿Lo eres o no? ¿Te va la carne o el pescado?
— ¿Tengo que elegir el menú? Me gustan las tías, AL.
— Bueno, entonces necesitas una cita. No te he visto salir con una chica desde que te conozco. Y te conozco de toda la vida.
— Joderr, ¡te pasas un huevo!
— No seas malhablado. Eso déjalo para las películas.
— Pero, ¿no te parece un poco raro que me hagas de Celestino?
— A lo mejor necesitas un empujoncito. No te estoy diciendo que cometas el mismo error que tu padre pero, deberías salir con chicas de vez en cuando. Lo de hacer el cafre con tu amigo y encerrarte en tu habitación a leer o ver videos no me parece sano. ¡Ni siquiera juegas al fútbol!
— ¿Quieres que juegue al fútbol?
— No, si no te gusta. Ya tenemos bastante con tu abuelo pero, creo que deberías hacer amistades, relacionarte más; y conocer mujeres, bueno, chicas de tu edad; y salir con ellas, al cine, o a bailar.
— Y, ¿se puede saber de dónde vas a sacar una cita para regalármela? Como si fuera tan fácil como ir a la Fnac y comprarla. Yo preferiría un IPhone. ¿Por qué no me compras un IPhone? Me harías muy feliz. De las chicas ya me encargo yo.
— Pues, ¡espabila! ¿Seguro que no eres marica?


¡Hay que joderse! Ya os había dicho que tenía una familia disfuncional porque, a ver, ¿quién de vosotros tiene un bisabuelo que le consiga citas con mujeres? La verdad, me parece mucho más fácil lo del Iphone, aunque lo pague a plazos. Y NO, no soy gay, si es lo que estáis pensando en este momento, porque tengo un bisabuelo más freak que yo y AL os parece tope guay, y yo un megacapullo que no es capaz de reconocer mi suerte, por tener un bisabuelo que se preocupa por mi vida social; pero para hacer vida social ya está el Tuenti, o el Facebook ,o el Messenger , o lo que te salga de las pelotas pero, las tías me las busco yo.





Foto: Marijo Grass


Bueno, ese es otro problema. No quería hablar de eso hoy. Solo quería inaugurar esta página para celebrar mi cumpleaños y poner un poco de orden en mi cabeza, aunque mi cumpleaños es el próximo finde pero, vendrá mi madre, me llevará a cenar por ahí, y no tendré tiempo para escribir nada; por eso he decidido adelantarme y hablar de mi cumpleaños hoy. Así que, al carajo; hablaré de las tías porque si hay alguna leyéndome seguro que le interesa. A las tías siempre les interesa saber qué pensamos de ellas, porque eso les da para horas y horas de conversación con sus amigas.




Foto: Marijo Grass


Pues, eso; me gustan las tías, pero no tengo ni idea de cómo abordarlas; además, en cuanto salga con una y quiera repetir, seguro que empieza a preguntar cosas de mi vida o de mi familia y, en cuanto sepa algo de lo que os acabo de contar, pensará inmediatamente que no soy un buen plan, y que no puede salir nada bueno de nuestra relación, a menos que tenga complejo de Wendy, y le de pena o algo, y quiera consolarme; creo que ya ha quedado claro que no quiero que me consuelen y acabar como… Da igual. De todas formas, las tías van a saco. No es como en la época de mi madre, que era al revés. Ahora las que se tiran todo lo que se les cruza por delante, con cuerpo de futbolista y corte de pelo trasquilado, son ellas; se lanzan como aves de rapiña y practican lo de aquí te pillo y aquí te mato.




Foto: Marijo Grass


Es como si el mundo se hubiera dado la vuelta y Australia hubiera pasado del culo a la cabeza del globo terráqueo; insisto, las que ligan son ellas. Bueno, mi abuela dice que siempre han sido ellas, pero en sus tiempos lo hacían de manera que parecía lo contrario. Además, no tengo cuerpo de futbolista, y mi pelo…mejor no hablar de mi pelo, así que no me planteo tener una relación con una tía. Si pudiera tener una relación me gustaría que fuera con Noe: Noelia Bermúdez; la conozco desde que íbamos a sexto y siempre ha sido amable conmigo. Me gusta desde que nos quedamos encerrados en la biblioteca, el año pasado, y nos pasamos la tarde hablando de pelis y libros. Fue ella la que me habló del mundo de los blogs, porque su hermana tiene uno; creo que ella no, y espero que no se entere jamás que he abierto el mío. Me pegaría un tiro si supiera que puede leer estas líneas, así que esto es como un secreto de estado. Solo lo sabe Chewbacca, y es un tío muy legal y no se lo va a contar a nadie. Además, soy su único amigo así que, ¿a quién se lo podría contar?

"Chewi, si estás leyendo esto estás avisado: te corto las pelotas como le pases el link de esta página a algún subnormal del instituto".




Foto: Marijo Grass


Y ahora resulta que AL, o sea mi bisabuelo, por si lo habíais olvidado, quiere presentarme a alguien para que tenga una cita. Esto es tan absurdo como una película de Jack Black, aunque a Chewie y a mí nos encanta esa en la que se queda magnetizado y borra las cintas de un videoclub, y después, él y su colega se dedican a hacer remakes casposos de grandes éxitos, como Cazafantasmas o King Kong; y acaba siendo un exitazo. Chewbacca está arreglando una especie de cámara, que era de VHS y nos encontramos en un contenedor, para que podamos hacer algo parecido. Dice que el VHS mola que te cagas. En fin, él es el técnico. Yo solo debo preocuparme por los guiones.




Rebobine, por favor. Michel Gondry. New Line Cinema 2008


— Bueno, ahí está —suelta AL señalando a una chica, de unos 17 y con cara de pan de molde, que se dirige hacia nosotros al llegar a una plaza del Casco Antiguo, donde se encuentra uno de los quioscos-librería que me gustan. En este momento, solo pienso en largarme y entrar allí a esconderme entre las revistas.
— ¡Hola, Señor Alfredo! Mi tía dice que en el sobre están todas las recetas; que tiene apuntado detrás cuándo se tiene que tomar cada cosa — exclama risueña poniendo su jeta de pan de molde en primer plano, delante de mis narices.
— Muchas gracias, guapa. Dile que me pasaré por la consulta en dos semanas. ¿Te apetece tomar una Coca Cola con nosotros? Me sabe mal que hayas tenido que venir hasta aquí para hacerme un favor.
— No se preocupe, que los sábados trabajo en ese quiosco —señalando MI quiosco —. ¿No se lo dijo mi tía? —. A joderse otra vez. Ahora no podré venir a mi quiosco favorito ningún sábado porque tendré que saludarla y comprar algo, en vez de quedarme una hora leyendo gratis y después salir como si nada, ni siquiera chorizar un cómic.
— Mira, este es mi biznieto. Se llama Alfredo, como yo —. Y la tipa se queda mirándome, me regala una sonrisa forzada y yo me encojo de hombros sin poder articular palabra, sintiendo como sube la temperatura de mis orejas y adquiero el aspecto de un Gremlin.
— No, gracias. Tengo que irme. Se lo agradezco pero, pásate cuando quieras por el quiosco si quieres y charlamos un rato —dirigiéndose a mí de nuevo.
Se da la vuelta y se va, moviendo un culo espectacular.
— Bueno, ¿Qué? ¿Qué te parece? —pregunta AL, tope contento.
— ¿Qué me parece? ¡Que te has pasado tres pueblos! ¿Nos vamos a la Fnac a por mi regalo?


¿No creéis que es una cabronada? En fin, después me ha regalado un vale de la Fnac para que me compre lo que quiera y, para compensarme, me ha invitado a comer en el Pizza Hut. También se ha disculpado, diciendo que tengo razón; que ya soy mayorcito para buscarme un ligue yo solo.


Bueno, no quiero seguir dando la brasa. Si has llegado hasta aquí y quieres dejar un comentario, no te cortes: rajar es muy sano.




Foto: Marijo Grass



PUBLICADO por EFE. 18:35 (6) comentarios:

ETIQUETAS: Neuras. Familia. Tías. VHS

AQUÍ RAJARON:

Chewbacca: Fredi, tío, ha quedado guay el blog pero, ¿no te ha dicho cómo se llama? ¡Podríamos ir el sábado que viene a pillar el último número de Los 4 Fantásticos al quiosco! Creo que se han pulido a la Antorcha Humana. Si no te mola me la presentas, que sabes que a mí si me gustan los culos y esta tía debe ser de mi tamaño. Podríamos preguntarle si quiere salir en nuestra película.

Anónimo: XD

Anónimo: ¡Capullo! ¿A quién crees que interesa tu mierda?

V de Vanessa: Yo soy hija de madre soltera y te entiendo perfectamente. Bienvenido a los Blogs. Te sigo:)

SúperPam: molan tus historias, pero te doy un consejo: no te enrolles tanto y ve al grano. La gente no tiene TANTO tiempo!!!

EFE: Chewie, tío, no me dejes esos comentarios aquí; utiliza el puto móvil.