22 de septiembre de 2011

SÚPER PAM

Foto: Marijo Grass


Debo estar soñando; todavía llevo aparato dental. Celebro mi octavo aniversario en el parque de Los Tilos: el que está en un extremo de la urbanización a la que nos hemos mudado ese mismo año. Mamá está de viaje y no ha podido ocuparse de nada, muy a su pesar, así que mi abuela, que ha venido a cuidarme, ha preparado una merienda sencilla y nos ha llevado al parque. Mis nuevas amigas están como locas y han empezado a llamarme Súper Pam — tras pegarse un atracón de bocadillos de Nutella y Coca Cola sin cafeína—, porque he conseguido meter a Ginés en un tonel, después de recibir unos cuantos empujones y observar atónita cómo su balón se estrellaba en mi tarta, antes de que soplara las velas; una especie de venganza personal contra los chicos aguafiestas, que todas aplauden eufóricas y secundan con avidez. Lo tumbamos y hacemos rodar, al tiempo que Fran, su colega, nos obsequia con puñados de tierra y Ginés grita mi nombre, desesperado, para que lo saquemos de allí cuanto antes. Creo que se está asfixiando; el tonel es de plástico y el calor aprieta.




Foto: Marijo Grass

—¡¡¡PAMELAAA!!! —escucho vociferar a mi madre al tiempo que mis recuerdos de infancia se evaporan y me despierto. A continuación, estiro el brazo, agarro un almohadón y lo encasqueto en mi cabeza —. Pam, ¿estás lista? —Irrumpe en mi habitación con su estrés matutino habitual—. Pero, ¿todavía en la cama? ¡Haz el favor de levantarte o llegarás tarde a clase! ¿No habías dicho que vendrías conmigo? Tengo una reunión muy importante y no me apetece pasarme una hora atrapada en un atasco. Podemos desayunar juntas en la ciudad, si quieres.

—¡Jo, Mamá, son las siete de la mañana! No tengo clase hasta las 11.

—Pues, tendrás que ir en tren. Por cierto, ¿has decidido ya qué quieres hacer por tu cumpleaños? Solo espero que me lo expliques con suficiente antelación. Ya sabes que no me gusta trabajar a contrarreloj. Las cosas nunca salen bien si no se planifican antes.

—Sí, mamá; lo sé. He escuchado esa frase a diario desde que tengo uso de razón.

—Al final acabarás comiendo pizza y patatas fritas en un antro, con ese puñado de fumetas que tienes por amigos. Hundirás mi reputación en un solo día.

—No fumo porros, mamá. Y es mi fiesta. Deja que me ocupe yo solita.



Foto: Marijo Grass


—Está bien. Me voy. Tu hermana está desayunando con Pocoyó. Procura echarle un vistazo hasta que llegue Dolores y la lleve al colegio, no sea que empiece a cambiar de canal y se quede enajenada con la Teletienda. No me parece adecuado para una niña de 6 años. El otro día vi en su diario la lista de regalos que ha hecho para Reyes y solo había pegado una foto de una motosierra, un juego de cuchillos de carnicero y una faja vibradora para conseguir un vientre perfecto.

—Pero, ¡si ella no está gorda! Además, faltan un puñado de meses para Reyes y, ¿por qué lees su diario? Tú misma le explicaste que era un cuaderno secreto.—Me vuelvo a tumbar en la cama porque ya no me oye. Ha salido como una exhalación sin escuchar mi réplica, como hace siempre.



Foto: Marijo Grass


Me pregunto para qué quiere la pitufa un juego de cuchillos y una motosierra. A lo mejor es una serial killer precoz y quiere cargarse a su maestra. Ayer, cuando la recogí a la salida del cole, estaba la mar de mosqueada; la habían sacado a la pizarra, delante de todos, a leer en voz alta, y no consiguió terminar una sola línea. Cambia el orden de las letras, omite algunas, y si escribe lo hace al revés, como en un espejo. Imagino que aguantar las risitas burlonas de los gilipollas de su clase no es fácil para ella; lo sé por experiencia. A pesar de que es muy lista y dibuja de la ostia, está descubriendo su neurona estropeada, igual que todas las mujeres de la familia; vamos, que también es disléxica. Y mi madre, como está tan ocupada desde que la han hecho socia de la empresa, no se ha dado cuenta todavía, o no quiere hacerlo porque lo ha pasado de pena conmigo y con su curro, y ahora le van bien las cosas, y sería muy duro no poder disfrutar de su éxito, por lo menos durante un tiempo. Encima, a medida que se acerca mi cumpleaños la noto más histérica. Supongo que asumir que tiene una hija a punto de cumplir 18 la pone de los nervios, porque eso significa que ella se está haciendo vieja.




Foto: Marijo Grass


Doy unas vueltas en la cama buscando una postura cómoda, pero mi madre ha conseguido despejarme y no puedo seguir durmiendo. Me levanto, voy al baño; después de hacer mis cosas me dirijo a la cocina en bragas y camiseta. Tatiana está sentada en el suelo con un paquete de folios y un bote de pegamento. Ha tirado la bolsa de cereales y está haciendo con ellos un cuadro estupendo. La tele pequeña está encendida pero no aparece Pocoyó sino el canal de Teletienda.

—¡Oh! ¡Qué bonito, Tati! —exclamo, al tiempo que me siento junto a ella y admiro su obra de arte.

—¿Te gusta?

—¡Me encanta!

—Seguro que a mamá no.

—¿Por qué no?

—Porque se han caído los cereales, Pam.

—No te preocupes; no se va a enterar. Después te ayudo a barrer los que te sobren.

—¡Vale! —Y continúa pegando Miel Pops de Kellogg´s sobre el papel, decorando los animales salvajes que ha dibujado antes. En ese momento aparece el anuncio de la faja vibradora en la tele. Se levanta como un resorte para verlo y suelta una de sus carcajadas de pajarito.

—¿Se puede saber qué te hace gracia?

—¡Es un cinturón de la risa!

—No entiendo.

—Hace cosquillas, y las cosquillas dan mucha risa. Se lo voy a pedir a los Reyes Magos. —Y se sienta de nuevo a continuar su trabajo manual. Estoy segura que también tiene una explicación convincente para la motosierra, pero no le pregunto o pensará que soy yo la que lee su diario. Es disléxica no gilipollas, como algunos niños de su clase, que se creen más listos que Einstein: ese científico con cara de loco que inventó la relatividad, que aparece en un millón de carteles sacando la lengua y es clavado al de Regreso al Futuro. Tengo un par de sus frases lapidarias colgadas en el corcho de mi habitación: “Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas” Aunque para el asunto de Tati creo que pega más la segunda: “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy tan seguro”.


Foto: Arthur Sasse. 1951


Salgo de la cocina y se me ocurre llamar a Jane, pero antes observo por la ventana al capullo de Ginés, mi vecino, desde la acera de enfrente, haciendo gestos obscenos y señalando mis bragas. Le regalo un corte de mangas, acompañado de una mueca, y desaparezco de su vista moviendo el culo como una de esas petardas, con tetas como globos, que salen en los cómics que le gustan. Supongo que no me ha perdonado que lo metiera de niño en un tonel.


Foto: Marijo Grass


—Hey, ¿qué haces? —pregunto a Jane cuando descuelga.

—Estoy en el metro. Voy a clase.

—¿Te apetece que quedemos luego?

—¿Cuándo?

—No sé, más tarde. Al mediodía o así. Podríamos echar un vistazo al mercadillo de la Plaza del Centro.

—Tengo mates a última hora.

—No seas plasta. Siempre sacas sobresaliente. ¿Para qué narices quieres ir a clase?

—Está bien. Quedamos en el paseo a la una, donde se ponen los del Top manta.

—OK, sister. Nos vemos.


Es alucinante lo bien que nos llevamos ahora. Y pensar en lo mucho que la odiaba… Jane es hermana de mi hermana; su padre es ahora mi padre. Bueno, en realidad no lo es pero vivimos juntos y nos llevamos bien porque es un tío enrrollado. Recuerdo cuando empezó todo; no soportaba el asunto de los hermanastros, porque ya tenía dos, pero como eran chicos, no me importaba tanto. El padre de Jane es el segundo marido de mi madre, sin contar a mi verdadero padre, a quien jamás he tenido el placer o la desgracia de conocer. Ni siquiera estoy segura que sepa de mi existencia, entre otras cosas porque mi madre nunca tuvo claro cual de los tres polvos que pegó esa semana fue el responsable de que yo aterrizara en este mundo, y tampoco ha vuelto a saber nada de ninguno. Por aquél entonces estaba en Londres divirtiéndose, gracias a la paga que le ingresaba la abuela para aprender el idioma; asistía a muchas fiestas y conocía un montón de músicos. Ella no suele hablar de esa época, pero siempre me la he imaginado como una groupie.



Foto: Marijo Grass


La cuestión es que, una vez en España, empezó a trabajar como organizadora de eventos, al tiempo que me cuidaba mientras hablaba por teléfono. Había decidido tenerme, y eso no implicaba renunciar al trabajo que le gustaba. En realidad no sé si le gustaba pero era lo único en lo que tenía experiencia, y no se le daba mal, aunque esa experiencia consistiera básicamente en disfrutar como una loca y ponerse hasta el culo de copas en la noche londinense. Consiguió convencer a un jefazo del Ayuntamiento para que le diera la oportunidad de organizar una fiesta popular con espectáculos incluidos. En ese instante empezó su carrera profesional. También ella había pasado un infierno en el Instituto, pero nunca le diagnosticaron dislexia, quizás porque no se había inventado todavía, por eso se largó a Londres a buscar inspiración, que paliara la desazón por su fracaso académico. Regresó dos años más tarde, embarazada, con el firme propósito de salir adelante por sus propios medios.



Foto: Marijo Grass


Uff, hace un calor sofocante. Parece mentira que estemos en septiembre. He llevado a Tatiana al cole en contra de su voluntad. Me ha sacado dos euros en pegatinas a cambio de quedarse en la fila con el resto de su clase. Dolores se ocupa de limpiar el pegamento que ha dejado la pitufa en el suelo de la cocina. Imagino que tiene trabajo extra para rato. Me dirijo caminando a la estación. El sol me achicharra la cabeza. Empiezo a notar un ligero picor en la sien. Saco del bolso un foulard. Envuelvo mi pelo con él y lo enrollo igual que las mujeres de Mali o Senegal. En ese momento aparece Ginés en su cutre Vespino de color cereza, que ha heredado de su abuelo, haciendo un caballito.

—¿Te llevo?

—¿Tú qué crees?

—Tienes una serpiente de trapo en la cabeza.

—Si te pasas un pelo la suelto y verás lo bien que muerde.

—¿Por qué eres tan estrecha? Seguro que te follan mal.

—Y a ti no se te levanta.

—Cuando quieras te hago un favor y sabrás lo que es navegar a toda vela.

—Siempre y cuando tu madre cambie las sábanas para que no haya rastro de tus pérdidas.


Touché
. Creo que he ganado la batalla, o puede que no haya escuchado mi último comentario. Ha pegado un acelerón desapareciendo al final de la cuesta. Al cabo de un rato, sudando como un pollo al Ast, llego a la estación. Ahí están todos, como siempre, vegetando y fumando porros. Viendo pasar trenes como quien se fuma su existencia a ráfagas, poco a poco, mientras envejece. Ninguno sabe qué hacer ni se molesta en averiguarlo, pero eso no debería criticarlo porque yo tampoco lo tengo claro. Además, he pasado un sinfín de días sentada en ese banco hasta casi perecer de aburrimiento.

—¡Eh, Súper Pam! ¿Te quedas un rato? —me suelta Lobo. En realidad se llama Fran pero lo llamamos Lobo, porque cuando va ciego, en vez de reírse aúlla.

—No, gracias. Voy a coger el tren.

—¡Tú te lo pierdes!




Foto: Marijo Grass


Me alejo, dispuesta a cruzar el andén. Obsequio a Lobo una mirada de hastío. ¿Se puede saber qué me pierdo? Contemplo una pandilla de adolescentes desencantados, como yo; o puede que una colección de vagos, también como yo, o quizás no tanto. Pronto, todos ellos echarán raíces sobre una plataforma de cemento; acto seguido subo al tren, me siento y me deprimo. ¡Mierda, debería estar eufórica! El mes que viene cumplo los 18; no sé qué voy a hacer con mi vida. Conecto el Ipod. Empieza a sonar un tema de Maldita Nerea, “Por el miedo a equivocarnos”.




Foto: Marijo Grass


CONTINUARÁ

35 comentarios:

VAN dijo...

Bienvenida Jo!! qué alegría tu vuelta! Como siempre un placer leerte! Aunque sea ya bastante mayor que la protagonista debo decir que en estos momentos de mi vida me siento muy identificada con ella... no sé si el estar perdido es cosa sólo de adolescentes... bueno, estoy segura de que no... Un beso xoxoo

TheCoolHatter dijo...

Que sorpresa!! Así sin avisar me he encontrado con una nueva historia.
No pensaba leerla ahora, más tarde en la cama, pero ha sido leer motosierra y ya me he enganchado XD
Deseando leer la continuación.
Gracias por volver, reina!!
Besos desde Las Vegas

pseudosocióloga dijo...

Por fin, muy buena "rentré".

Anusky66 dijo...

que alegría que hayas vuelto !!!
genial la historia , que bien has descrito los pensamientos/sensaciones de la joven con la dislexia.
me han encantado los personajes , espero ansiosa la continuación .
Unbesazo

juanjo dijo...

Hacia mucho tiempo que no sabiamos de ti y como siempre ha sido un placer leerte
Besos

Nieves Martín dijo...

Que alegría me da poder visitarte y leerte de nuevo!!!

Me encanta la historia, tan llena de verano, amigas y juventud...

Espero la continuación!!!

Besos :)

Lola dijo...

¡Has vuelto sembrada! Me ha encantado la historia y la forma de contarla, así que ya estoy esperando la continuación.
Bienvenida a casa y encantada con tu historia. Besos Lola

Montse dijo...

¡Holaaaaa!!!Veo que tod@s vamos volviendo , jejeje, se acabo lo bueno y ahora al curro. Te leo mas tarde , estoy un poco saturada de tiempo. Besitos

Juan Rodríguez Millán dijo...

¡Bienvenida al mundo blogero de nuevo, Jo! Te he echado mucho de menos todos los jueves cuando encendía el ordenador y me ponía a repasar blogs, de verdad... Espero que tengas todo en orden y que las cosas te vayan bien y sin sobresaltos...

Como te he dicho otras veces, lo que más me gusta de lo que escribes es la faciliad con la que te metes en la piel de tus protagonistas, siempre en primera persona. No tengo ahora mismo en la memoria si te has 'convertido' en una adolescente de 17 años antes, ¡pero lo bordas! A ver cómo continúa la historia (pero no te creas que me olvido de cierto dibujante que anda en Nueva York, ¿eh...?)

Cantares dijo...

Bienvenida!! es un placer tenerte de regreso con tus historias
Un beso grandote

Jo Grass dijo...

VAN:estoy emocionada con este recibimiento!!! Tienes razón, en los tiempos que vivimos, el encontrarse perdido y sin expectativas claras no es solo asunto de adolescentes!
besitos

THE COOL HATTER: me encanta que funcione el punto de comicidad porque la historia es muy dramática!
Besotes, bella. Me hacen tremenda ilusión tus palabras. Mua

Jo Grass dijo...

ANUSKY66: el problema de la dislexia es peliagudo, como todo los trastornos del aprendizaje. Voy a aprovechar la historia de Pamela y su familia para ponerlo de manisfiesto.
Besotes para ti también.

JUANJO: un placer teneros de nuevo y que no me hayáis olvidado!
Besos

Jo Grass dijo...

MUERTE ROJA: ya sé que ninguno de vosotros es el target de público para esta historia pero, de todas las que tenía en la cabeza cuando me senté a escribir la otra noche, esta es la primera que apareció con claridad.
Besos

LOLA. qué alegría, Lola. Mil gracias. Espero seguir proporcionando un rato de entretenimiento!
Mua

Jo Grass dijo...

MONTSE: bueno, no sabes las ganas que tenía. El problema es que el curso se presenta complicado y estoy fatal de tiempo, así que no sé con qué frecuencia escribiré aquí y podré visitaros!
Un besazo

JUAN: qué ilusión,Juan. Pamela es el último de los personajes que quiero agregar a mi novela de adolescentes. Necesitaba presentarlo a ver cómo sonaba su voz y qué os parecía a vosotros, pero quizás esperábais otra cosa, jajaja
Me siento cómoda escribiendo en primera persona porque me meto en el personaje y veo el mundo a través de sus ojos, sus sentimientos y sus deseos. Algunos afirman que limita las posibilidades porque tienes solo su punto de vista pero a mi no me lo parece; copmo lectora me implico, disfruto y sufro con el también.

Con respecto al dibujante, no para de llamar a mi cabeza:
—Toc, toc, ¿te acuerdas de mí? me dejaste tirado en mitad de un buen embrollo en un club de NYC!
Necesito leer de nuevo los 18 capítulos para situarme de nuevo. Creo que lo acabaré como una novela. Ya veremos. Mi único problema es que no tengo tiempo.
Muchos Besos

CANTARES-Un placer para mí que estés aquí de nuevo. Besitos y Cuídate

raindrop dijo...

Hola, amiga, ya tardabas :D
(que te he echado de menos)

Me ha gustado este primer episodio de tormenta adolescente protagonizada por Súper Pam. Hay mucho fondo detrás de esta corteza, intuyo. Apenas se ha presentado y ya me parece fascinante.


besos

Adriana dijo...

Que alegría leerte de nuevo, las buenas costumbres no se deben perder. Pero este impás de espera ha valido la pena después de disfrutar de tu relato. He alucinado con la voz de esa adolescente, con su problema evidente, has hecho que le cojas simpatía desde el primer momento y desees que las cosas le fluyan bien. Un beso, disfruté.

Humberto Dib dijo...

Qué bueno fue leer un comentario tuyo nuevamente, se te extrañaba.
Esos textos tuyos son necesarios, pues yo los leo como una aventura de letras e imágenes... que veremos cómo sigue.
Un beso enorme.
HD

Nina Maguid dijo...

Primero la alegría de verte (mucha, mucha), después la sonrisa por el cumple, el agridulzor por la madre presente-ausente-pasota-valiente, la peque con su cinturón de la risa y al final... esta sensación de peligro y desazón. Me has paseado por todas partes, como siempre, y como siempre me ha gustado ir contigo.
Un abrazote feliz, preciosa, espero la continuación.
(Oye, en serio, qué gusto verte!!!)

Chechu Rebota dijo...

Últimamente me esta preguntando por tu ausencia, así que me alegra mucho que hayas vuelto.
El relato fantástico, como siempre, demostrando tu sensibilidad a la hora de afrontar distintos personajes.

Lola Mariné dijo...

Hola Jo,
me alegra que estés de vuelta.
Besos

Juan Carlos dijo...

desencanto es el principal motivo de nuestra existencia y uno de los primeros en la No existencia tb jeje
xq o sales de él o caes... U know.. me he explicado? xD
la juvantud que reflejas no la entiendo, y la verdad es que son asi, no se mueven, no estudian no quieren trabajar ni hacer nada.. y no es que yo sea unu super jovenzuelo.. pero me da pena ver gente asi..
me ha gustado mucho el escrito de hoy =) re-welcom!!

Jo Grass dijo...

RAIN. aquí estoy, deseando tener más tiempo y aprovechando un mini break. Yo también te he echado de menos, y a tus áreas de descanso...
Es cierto que la historia se presenta larga y con algunas vueltas de tuerca pero, necesitaba escuchar este personaje que rondaba mi cabeza y que voy a incluir en una novela. Me alegra encontrarte.
besotes

ADRIANA: me gusta que suene simpática esta chica, porque como muchas otras a su edad necesita poner algo de luz en su vida.
besitos

Jo Grass dijo...

HUMBERTO: no se´si son necesarios pero forman parte de mi carrera de fondo con las palabras; con las imágenes lo tengo más fácil.
Un honor encontrarte de nuevo en mi cocina. besos

NINA MAGUID: el gusto y el placer es siempre mío, al ver que el menú de esta semana se puede comer, jajaja Me fascina lo bien que has interpretado los personajes.

Un besote inmenso, mi querida y admirada cocinera con luz verde.

Jo Grass dijo...

SR. NOCIVO: obligaciones mandan y restan tiempo al placer bloguero. me emociona que regreses y disfrutes también!

LOLA: un besote, linda. Espero que lo hayas pasado bien en esas vacaciones italianas. Mua

JUAN CARLOS: dificil lo tiene esta generación del bienestar, del mínimo esfuerzo y de progenitores con complejo de culpa porque no disponen de tiempo para ocuparse, o simplemente no asumen lo que significa "educar". En este personaje además hay que sumar los obstáculos que le han proporcionado sus problemas de aprendizaje.
Qué alegría encontrarte por aquí.
besos

Anónimo dijo...

Una Jo de vuelta, y cargada de historias! Esto si que es caer a gusto en brazos del Otoño y no lo que nos vende el Corte Inglés ;)
Ahora la intriga es ver por dónde nos sale Pam... que contigo hay que estar siempre preparado para cualquier cosa. Por cierto que has captado maravillosamente el espíritu de las "Pam", las "hermanas pequeñas de Pam" y las "madres de Pam".
Muchos besos!! :D

Pd. Ya abrí el blog, ya lo abrí, con tanto escándalo donde Sandra no me he podido resistir xDD

Jo Grass dijo...

TRACY: me gusta que suene verosímil el espíritu de las Pam, sus madres y sus hermanas, jajaja. Me temo que esta es una historia muy larga. No estoy segura si debería continuarla aquí. No quiero aburriros con una larga serie de entregas con prota adolescente!

¿Ya está en marcha tu nueva choza bloguera? He de buscar modelazo para la ianuguración? Impaciente estoy!
besos

A-B-C dijo...

Qué suerte encontrar una historia tan humana, actual, tierna, divertida y muchas cosas más por aquí. Me recuerda el humor que estoy respirando ahora en Brooklyn Follies de Paul Auster, aunque cada historia es muy diferente, las dos me habéis encandilado.

Me parece que describes muy certeramente el malestar de las personas con dislexia.

Soy bastante más mayor que la prota y me he sentido totalmente identificada con la madre de Pam cuando tan drásticamente dice "Las cosas nunca salen bien si no se planifican antes". Hay mil detalles para comentar, no me enrollo más.

Te seguiré,

Una admiradora

Anónimo dijo...

Echaba de menos tus historias! :)
Besazos!!!

Jo Grass dijo...

ABC: madre míaaaaaa!!! Encandilar al lector como hace Auster y colocarme en esa tesitura es mucho mejor que si me tocara la lotería, vamos, que tu comentario me acaba de alegrar el día!!
El problema de la dislexia es muy duro y afecta a mucha gente, pero no suele ocupar espacio en los medios y, para algunos, todavía es un gran desconocido. Me pareció que este personaje me daba juego para hablar de ello, entre otras cosas.

Mil gracias por tus palabras y bienvenida. Me dejas emocionada, de verdad!

IPODGIRL: feliz regreso de vacaciones. Me alegra encontrarte de nuevo por aquí. Besitos

Sandra dijo...

Dichosos los ojos, poco a poco vamos volviendo todos.

Ls historia como siempre, como si la leyera en primera persona ;)

Marisa dijo...

Reflejas el mundo de la niñez y de la adolescencia de una manera sublime, Jo. Pero no solo en esta ocasión, sino en casi todas que te llevo leídas.
Ver este mundo y sus problemas es fácil, yo lo veo todos los días, pero reflejarlo por escrito con el humor, la precisión, la corrección, y la habilidad narrativa con que lo haces tú, no es tan fácil.

Me gusta sonreír con tus relatos a la vez que líneas después aprieto los labios por alguna situación seria que dejas entrever. Esto lo llamo, buena literatura, que es aquella que consigue subirte y bajarte de las emociones como en un tobogán, sin control, solo cvon la fuerza de la palabra.

Bravo, una vez más, Jo. Regresas por la puerta grande.

En cuanto a tus fotografías, esta vez me quedo con la primera y ese magnífico anochecer.

Mil besos, Súper-Jo".

Leticia dijo...

que fuerte :) jaja me encanta tu blog

http://cambiaelchic.blogspot.com/

ayxagirona dijo...

Gran sorpresa de llegir-te un altre cop, tota la història es emocionant i tendre, i fins i tot en certs moments m'he vist reflexada, com sempre em deixes amb ganes de més. Molt contenta de trovar te de nou i molts petons des de la Costa Brava.

Jo Grass dijo...

SANDRA: poco a poco, tú lo has dicho. Desearía tener más tiempo, pero lo tengo crudo.
Besitos

MARISA: me gusta que te suene tan bien y tan real. Creo que siempre escribo dramas desde el humor, pero no dejan de ser dramas; quizás por eso la sonrisa aflora y se esconde sin remedio.
Me encantaría creer que estoy a la altura de tus palabras, pero todavía me considero aprendíz de escritora, y al leer tu comentario me dan ganas de seguir intentando mejorar en cada historia.
Mil besos para ti también!

* Ese anochecer es parte de una serie de imágenes captadas mientras hacía un viaje en tren

Jo Grass dijo...

LETICIA FUENTES: gracias y bienvenida!!! Regresa cuando quieras. Suelo cambiar el menú los jueves!

AYXA: qué alegría, nena. Me alegro que hayas disfrutado también esta vez. Petons des de Barcelona, i records a la teva germana.