30 de junio de 2011

LA HUIDA. Quinta parte. (Final)


Foto: Marijo Grass

“¿Acaso el misterio de Estambul consiste en la pobreza que se vive junto a la Historia insigne, en que continúe en secreto su vida de comunidad y barrio cerrada sobre sí misma a pesar de estar abierta a influencias externas, en que tras sus bellezas monumentales y naturales volcadas al exterior la vida cotidiana se base en unas relaciones frágiles y desvencijadas? Pero cualquier cosa que digamos sobre las características generales de una ciudad, sobre su alma o su esencia, acaba convirtiéndose de forma indirecta en una confesión sobre nuestra vida y, especialmente, sobre nuestro estado espiritual. La ciudad no tiene otro centro sino nosotros mismos”

Mi guía mordisquea, tímida, el simit que le he ofrecido. Yo observo a la gente que nos cruzamos en el camino, recordando, una vez más, las palabras de Pamuk.



Foto: Marijo Grass


Paseamos en busca de un restaurante para comer algo más consistente y especiado. Edyglü me confiesa que, cuando no va a la escuela ni ayuda a su familia, le gusta frecuentar lugares turísticos y escuchar otras lenguas. Dice que es la primera vez que se atreve a abordar a una desconocida; que después de seguirme durante un buen rato le he parecido buena gente; alguien en quien podía confiar.


—Yo no me quiero casar, ni ir a la Meca; prefiero estudiar, aprender idiomas, asistir a la Universidad; ser mujer independiente. Tú pareces mujer independiente.




Foto: Marijo Grass


Le regalo un gesto amable, acompañado de una sonrisa. Me enternece el entusiasmo propio de su juventud; ese periodo vital en el que somos capaces de ponernos el mundo por montera, sin límites, dispuestos a cumplir nuestros mejores deseos; a superar cualquier tipo de impedimento, a pesar de que el tiempo y la experiencia nos golpee en algún momento, dejándonos a merced del abismo, en el que permanecemos hasta recuperar la autoestima, o encontramos una buena razón para volver a luchar por nuestros sueños. No sé cómo expresar que solo tiene razón en parte, que tras haber trabajado duro por esa independencia he sucumbido a los deseos de otro por amor, y el desconsuelo me ha traído aquí. Entonces recuerdo la traición de Alejandro y sugiero que hable de comida, para borrar esa imagen de mi memoria y alegrar el estómago regalándole el placer de la degustación, con esas delicias turcas que no he probado todavía.



Foto: Marijo Grass


Me conduce por calles que no aparecen en las guías de viaje, plagadas de hombres que conversan o beben té a las puertas de un bar, hasta que llegamos a un pequeño restaurante regentado por un amigo de su familia. No veo un solo turista, lo que me hace pensar en comida autóctona de verdad.


Foto: Marijo Grass


La gastronomía de este país es una de las más ricas y variadas del mundo. Observo con placer la cantidad de verduras rellenas de arroz, que ellos llaman dolmas. Me siento incapaz de decidir por cual de ellas empezar.



Foto: Marijo Grass


—Hay más de 40 formas diferentes de cocinar la berenjena —explica Edyglü, al verme extasiada, contemplando los recipientes con los platos del día—. Mi madre las hace muy buenas.


En ese instante nos sirven unos meze, el equivalente a tapas o aperitivos, acompañados de ayran: bebida fría de yogur que acostumbran a tomar a cualquier hora del día. Los aromas de menta, eneldo y comino se acomodan en nuestra mesa en cuanto depositan la comida.


—¿Te gusta? —pregunta mi nueva amiga, complacida por mi curiosidad culinaria.
—¡Delicioso! —exclamo divertida. Ella ríe, ocultando su boca con la mano para no llamar la atención, y casi no prueba bocado. Después relata cómo disfruta acompañando a su abuela a comprar pescado en los diferentes mercados de la ciudad, como un ritual, en el que hay que encontrar cada especie en un lugar, porque el mar Negro, el de Mármara, el Egeo y el Mediterráneo, proporcionan numerosas variedades con las que elaborar sabrosas especialidades, con limón, aceite de oliva, pimienta aleppo y sal.



Foto: Marijo Grass


Al finalizar nuestro festín, pregunto si conoce algún sitio en el que pueda ver los derviches danzantes. Ella asegura que en la estación de Sirkeci, donde también puedo visitar las reliquias del Orient Express.

Nos adentramos en un laberinto de calles comerciales del barrio antíguo. Me llama la atención un grupo de mujeres que ríen animosas, cubiertas con su niqab y cargadas de bolsas, tras salir de una tienda que exhibe en sus escaparates lencería muy sexi.



Foto: Marijo Grass



Edyglü me cuenta que su familia es humilde y bastante conservadora, aunque ya no se oponen a que ella estudie y ambicione una vida más occidental. Su hermana mayor lo hizo primero; ahora es técnico informático y vive en Alemania con su marido, que es judío, y sus hijos; supongo que eso le ha abierto el camino para ampliar las distancias, con la cultura y la religión que profesan los suyos.




Foto: Marijo Grass



Su padre, su abuelo y su bisabuelo, trabajan como limpiabotas desde los diez años. Azzad, su hermano pequeño, empezará después del verano, tras la ceremonia de circuncisión. Todos residen, junto a sus tías y primos, en Eyüp: un distrito situado en el nacimiento del cuerno de oro, habitado por musulmanes, donde se encuentra la famosa mezquita del mismo nombre; un lugar de peregrinación en el que suelen celebrar ese tipo de ritos.

Nos detenemos un momento frente a un comercio que vende los trajes, de príncipe o sultán, como el que llevará su hermano el día que se convierta en hombre, según la tradición del Islam.




Foto: Marijo Grass



Llegamos a la estación de Sirkeci, minutos antes de que empiece la ceremonia, en la sala contigua al Museo del Oriente Express, que finalizaba su recorrido aquí.

La Semâ es un viaje espiritual. El participante, dirigido por la verdad, ensalza el amor a través de su mente, rechazando deseos y tentaciones para alcanzar la perfección. De repente, el silencio inunda el espacio; aparecen los músicos y toman asiento. Leen unos fragmentos del Corán. Tras ellos, los derviches, con sus trajes cubiertos por una capa negra y sus altos sombreros de fieltro.




Foto: Marijo Grass


Efectúan tres vueltas a la sala con una lentitud inquietante, para esbozar los caminos que te llevan a Dios: el de la ciencia, la intuición y el amor. A continuación, se desprenden de sus capas y, resplandecientes, se acercan al líder; se inclinan, besan su mano y empiezan a girar, alzando su mano derecha al cielo para recibir la gracia y la izquierda hacia la tierra para traerla al mundo.




Foto: Marijo Grass


Es algo místico, espiritual. Me devuelve la serenidad, las ganas de volver a empezar.
Tras salir de allí nos dirigimos al muelle a tomar el transbordador. Es tarde. Ediyglü debe regresar a casa y yo me dispongo a descansar en el palacio que me ha legado Robert. Nos despedimos con un cálido abrazo y nos citamos al día siguiente, para dar un último paseo y conversar un rato más.




Foto: Marijo Grass


Una vez en el hotel, decido tomar algo fresco y enviar un correo a mi generoso anfitrión.

“ Lo primero que voy a hacer en cuanto llegue a casa es ver ese documental de Fatih Akin, aunque escuchando la banda sonora he tenido la oportunidad de hacer uno nuevo, contigo, aunque ya no estuvieras aquí y solo conserve tu sonrisa en mi recuerdo. Será como caminar juntos y prolongar nuestro delicioso paseo; mantener el ánimo que me ha hecho olvidar el motivo de mi viaje hasta el final de este... ¿sueño? Me empiezo a preguntar si eres real.

Mil gracias y un gran beso. Te contaré el resto de mi aventura “al final de la escapada”.

Nerea

PD: Espero que podamos compartir en el futuro un poco más de magia.



Foto: Marijo Grass


Me despierto de madrugada. Subo a la terraza a esperar el alba. Contemplo extasiada las luces violáceas que refleja el Bósforo cuando se encuentra con el Mar de Mármara. No he podido dormir casi nada. En mi cabeza se agitan infinidad de ideas y sensaciones nuevas. Espero un rayo que agarrar al vuelo para poner rumbo a otra realidad, aunque la que dejé atrás me exija cerrar viejas heridas. Quizás, la perspectiva de volver a casa, a enterrar mis fantasmas, me da cierta pereza.


“Las calles de Beyoglü, sus rincones oscuros, el deseo de huir, y el sentimiento de culpabilidad parpadeaban en mi mente como luces de neón. Tal y como podía percibir en los momentos de rabia y sentimentalismo excesivo, esas calles de la ciudad que tanto amaba, medio oscuras, medio atractivas, sucias y malignas, hacía mucho que habían ocupado el lugar de ese segundo mundo al que antes podía escapar. Supe que esa noche no estallaría una discusión entre mi madre y yo, que poco después cruzaría la puerta, huiría a las calles, que me darían consuelo, y que después de caminar largo rato regresaría a casa a medianoche y me sentaría a mi mesa para intentar extraer algo del ambiente y de la química de aquellas calles.
—No voy a ser pintor —dije—. Seré escritor.”


Foto: Marijo Grass


Concluyo el libro de Pamuk saboreando un delicioso café; recordando mis impresiones de la ciudad; contrastándolas con las suyas; con la certeza de hallarme en el camino. Ahora sé que debo recuperar mi trabajo documental, porque es lo que siempre me ha hecho sentir viva; abrir una puerta a la realidad, traspasar los límites y plasmarla en imágenes.




Foto: Marijo Grass


Me reúno con Edyglü en un lugar próximo a la Universidad. Trae consigo un recipiente que contiene unas berenjenas que ha preparado ella misma, además de un surtido de dulces caseros. Le regalo algunas piezas de ropa que he comprado antes de llegar a nuestra cita. Voy a conocer al hombre más viejo de su familia: Burak. Lleva 80 años ejerciendo de limpiabotas, en los alrededores del Gran Bazar.




Foto: Marijo Grass


Me enternece su mirada profunda, su expresión de bondad, y los surcos que enmarcan el rostro, alineando las vicisitudes de una vida entera, al abrigo de las inclemencias del tiempo, en un rincón cualquiera de la ciudad; ofreciendo su destreza manual, para dar lustre al calzado de todos los que requirieron sus servicios. Siempre testigo de su aventura sobre el asfalto, durante tantos años...
Necesito saber más. Aquí hay una historia: la que quiero contar. En él veo la esencia de las palabras de Pamuk, los contrastes entre dos mundos, dos culturas; el Hüzün.




Foto: Marijo Grass


“La amargura de los estambulíes ciega cualquier creatividad con respecto a los valores y a las formas sociales y sirve de apoyo a la moral de conformarse con poco, parecerse a los demás y ser modestos. La amargura, que hace honor al espíritu de solidaridad necesario para vivir en tiempos de carencia y pobreza, provoca que se interpreten al revés de la vida y la ciudad. Al mostrar la derrota y la pobreza no como resultados sino como honrosas condiciones previas anteriores al nacimiento, resulta una actitud prestigiosa, pero también falaz. Así se viven como un honor y no como un fracaso la pobreza, invencible, aceptada como destino y enquistada en la vida de Estambul como una enfermedad incurable, la confusión y el dominio del blanco y negro.”




Foto: Marijo Grass


—Burak significa rayo —traduce Edyglü —observando, orgullosa, a su bisabuelo—. En la tradición islámica, Burak era caballo alado. Llevó a Mahoma por su ascensión al cielo.


Tomamos un té; Burak nos acompaña saboreando un narguile de manzana, en un lugar próximo en el que los gatos, auténticos símbolos de la ciudad, ocupan un lugar preferente. Intercambiamos sonrisas y algunas confidencias. Prometo regresar y me despido de ellos.


Foto: Marijo Grass


Subo a un taksi y me dirijo al aeropuerto, ilusionada, recapitulando cada detalle de este último encuentro; convencida que volveré a irrumpir en sus vidas, para convertirlos en protagonistas de su propia historia.

Durante el trayecto, doy un último vistazo a las aguas del Bósforo y enciendo, por primera vez, mi teléfono. Envío un mensaje a Robert:

"Abandono Estambul. Aquí termina mi huida. Espero que las hadas madrinas nos reúnan de nuevo, aunque no tengamos como fondo sonoro la llamada del Muecín cinco veces al día."



Foto: Marijo Grass

61 comentarios:

Juan Rodríguez Millán dijo...

Vaya tapiz de Estambul que has hecho, Jo, estupendo... La verdad es que no deja de asombrarme la cantidad de detalles, de sabores, de olores, de historias reales que eres capaz de meter en historias tan breves. Y sin perder sensibilidad con los personajes... Ojalá Nerea siga teniendo magia en su vida más allá de tu relato.

Jo Grass dijo...

JUAN: no sé, Juan. Puede que algún día recupere estos personajes y escriba una larga historia de viajes. El que ella recupere su trabajo documental me lo pone fácil, porque podría incorporar una especie de diario de rodaje con algún fantástico encuentro con Robert en cualquier lugar del planeta. No sé, ya pensaré en ello. Me alegra que hayas disfrutado hasta el final.
Requetebesos

juanjo dijo...

Gracias por este intenso paseo por Estambul.Por darnos a conocer hoy parte de su gastronomia,los derviches y por supuesto por esos maravillosos personajes e historias que nos has relatado
Besos

Perfida Canalla dijo...

Que interesante...
Por cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita

Anusky66 dijo...

que maravilloso viaje nos has permitido hacer ,de la mano de los personajes que han ido apareciendo , a cada cual mas interesante ,por cierto!
Espero que Robert y Nerea reaparezcan en otro viaje , aunque cualquiera de los "secundarios" seguro que también tiene detrás una brillante historia .

Un besazo

Sandra dijo...

Vamos vamos, es como si hubiera estado alli, no ha faltado un detalle ;)

Besos.

La histerica dijo...

excelentes fotos! gracias por compartirlas!

Jo dijo...

tienes magia. Jo
hay quienpuede acomplar textos e imagenes y darnos idea...

pero aun a pear que nos regalas imagenes... yo me imagno con mucha nitidez lo que me proyectas al escribir
y de eso se trata

casi pude percatarme del olor de los mercados... de los puestos dipsuestos con ese arroz envuelto
sin estar en Estambul
me transportaste
me hiciste huir contigo

Anna princesa dijo...

Que tierno este final.
La verdad es que me ha encantado, de principio a fin.
Te podría decir que maravilloso.
Algun dia me gustaria viajar a EStambul.

Un besote guapa

raindrop dijo...

Y la historia llegó a su final, aunque nunca se concluye del todo...
Las pasadas vivencias personales parecen cobrar sentido al ir trenzándose con la de los otros compañeros de viaje y la ciudad, como gran protagonista, arroja su luz sobre el propio destino.
En cada detalle hay una lección que quedará debidamente incorporada al equipaje de quien decida abandonarse a un camino que se va haciendo a sí mismo.

Soberbio relato.
Y sospecho que habrá continuaciones ;D


besos

AMBER LAKE dijo...

Extraordinaro el detallista recorrido por Estambul que nos has regalado en estas entradas, Jo. Si ya tenía ganas de visitar esa ciudad, ahora es una necesidad. Espero encontrar pronto la oportunidad y perderme en ese paisaje que tan bien describes.
Que pases un buen verano.
Un beso.

ayxagirona dijo...

Bonica història, el final està molt ben trovat, amb una porta oberta de bat a bat, per futures parts. Com sempre las fotografies són extraordinàries super ben complementades amb el texte, tots els personatges tenen la seva pròpia llegenda personal. Fas que em senti orgullosa de tu. Petons des de la Costa Brava. (comença a omplirse de guiris ¡¡¡)

Nieves Martín dijo...

Que bonito paseo, me ha encantado, las fotos son geniales. Una historia preciosa.
He leido el comentario de que puede que sigas con la historia. Te animo a que lo hagas!!!

Un besito ;)

Jo Grass dijo...

JUANJO: creo que tú disfrutarías mucho probando las deliciosas especialidades culinarias turcas. Asistir a una Sema con los derviches danzantes es una experiencia emocionante, única!
besos

LA PÉRFIDA CANALLA: mil gracias y bienvenida a mi cocina literaria!!!

Jo Grass dijo...

ANUSKY: estaba pensando que las hermanas de Robert, que esbocé en su relato, serían estupendos personajes secundarios!!
Besitos. Me alegra que te haya gustado el desenlace.

SANDRA: me encanta llevarte de paseo sin moverte de la silla. En estos tiempos de crisis resulta cómodo y barato, jajajaja!!
Besitos

Jo Grass dijo...

LA HISTÉRICA: gracias a tí por la visita!! Regresa cuando quieras! Suelo cambiar el menú los jueves.

JO: me encanta que veas todo eso. Me emociona mucho, de verdad!
Sabes, lo que me encantaría ahora mismo es convertirme en Nerea, reunir un pequeño equipo y coger un avión a Estambul a rodar ese documental!! jajaja

Jo Grass dijo...

ANNA: al final siempre me sale la vena romántica, jajaja Ojalá visites algún día esta ciudad. Seguro que te encantaría!!
Besitos

RAIN: cuando las cosas se enderezan, se despejan las sombras del corazón y se ilumina el camino de los deseos, los proyectos y la ilusión, todo cobra un nuevo sentido.
No sé si habrá continuaciones en el blog, pero quizás escriba una novela con estos personajes, para viajar con ellos y llevarlos a otra etapa de sus vidas. Puede que cuando termine todo lo que tengo a medias.
Requetebesos

Jo Grass dijo...

AMBER: espero que el día que aterrices en Estambul ( sé que lo harás), sonrías, y te acuerdes por un instante de Robert y Nerea.
Felíz verano para tí también. Mua

AYXA: había escrito algo más largo, como para colgar otro capítulo, pero anoche decidí acortarlo y cerrar el relato así. No quería acabar aburriendo a todos los que pasais por aquí.
Gràcies, estimada!

MUERTE ROJA: comentaba antes que quizás escriba una novela de viajes con ellos. Ya veremos. Se me acumulan las historias y me falta tiempoooooo.
Besos

Cantares dijo...

Nos llevaste en un intenso viaje, muy interesnte, casi se podían oler los aromas de las comidas especiadas:)
Besossssssssssssssssssss

Lola Mariné dijo...

Estupendo relato de viaje.
Gracias por llevarme otra vez a Estambul, es como si hubiese vuelto a pasearme por sus calles.
Me ha gustado mucho esa combinación de las reflexiones de la prota con las palabras de Pamuk.
Espero que regrese renovada, los viajes siempre transforman algo en nosotros.
Besos

Jo Grass dijo...

CANTARES: me alegra que hayas disfrutado del viaje, incluso estando a tantos kilómetros de distancia...
Besos, bella!

LOLA MARINÉ: creo que, gracias a Nerea, he descubierto nuevos detalles en el libro y me ha vuelto a interesar Pamuk!!!
Besitos y buen finde

Adriana dijo...

Tanto Robert como Nerea, estarán en deuda con su hada madrina, por haberlos hecho coincidir en Estambul, más que una historia es una película, no dejas ningún detalle al azar. Me encantó. Besos guapa.

Jo Grass dijo...

ADRIANA: bueno, pues si no les escribo una novela será un guión, jajaja
Besitos y buen finde!

pseudosocióloga dijo...

Pues me he quedado con las ganas de ver derviches.
Que bonito...tóo.

Marisa dijo...

Qué maravilloso viaje ha hecho tu protagonista, hacia Estambul y hacia el epicentro de sí misma, para encontrar esos cálidos colores que rodean la ciudad.
Esta historia en cinco capítulos me ha encantado, Jo, por lo que de documental tiene y también por lo de literaria al haber analizado tan acertadamente la psicología de tu protagonista. Sinceramente, es toda una novela corta deliciosa.

En cuanto a las fotografías de esta última entrega, Jo, soy incapaz de quedarme con una porque TODAS son fantásticas y sugieren una historia detrás. Desde ese Bóforo violáceo, hasta esa cúpula queriendo entrar por tu ventana, hasta esas mujeres con el niqab y el contraste de sus compras.

Gracias por esta magnífica historia, Jo, y por esas bellas imágenes con las que nos has regalado. Para sobresaliente.

Un enorme beso.

Jo Grass dijo...

PSEUDOSOCIOLOGA: gracias, bella!

MARISA: hacer un viaje hacia la esencia de uno mismo al tiempo que viajas también en el exterior hacia otros lugares que te permiten y te ayudan, por el contraste, llegar a ese epicentro del que hablas, me seduce mucho como tema literario.

Tus palabras de apoyo me emocionan siempre; me hacen pensar que no debo tirar la toalla, para seguir soñando en escribir todo el tiempo. Algún día...
Gracias y mil gracias, y besos. Feliz semana

Emilia S dijo...

Tu blog está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos con mas visitas.

me respondes a munekitacat19@hotmail.com
besoss
Catherine

Anónimo dijo...

Oh! El final! Qué nervios! Pero tengo que leerlo a gusto la semana que viene, ésta es muy mala para deleitarme.
Hasta entonces, muchos besos ;)

SK dijo...

Qué gustazo conocer Estambul de tu mano, espero poder ssborearla algún día con mi propio paladar, aunque con lo desastre que soy se me habrían escapado la mitad de los detalles ;)

Siempre es bueno hacer un paréntesis y huir un poquito cuando necesitas distancia y espero que esta historia tenga muuuuchas secuelas...
Besotes!!!

Sr Nocivo dijo...

Muy bonita esta historia de soledades encontradas y muy emocionante la descripción de Estambul, perfectamente ilustrada con tus fotografías.

Anónimo dijo...

Aisss no he podido leer la historia completa pero no podía irme de vacaciones sin despedirme hasta la vuelta y desearte un feliz verano! ;)
Besotes!!!

Humberto Dib dijo...

Debo decir que luego te cinco entregas, siento que he viajado contigo... como si hubieras ido derramando las palabras en mis oídos.
¿Qué vendrá ahora?
A esperar...
Un beso enorme.
Humberto.

Anónimo dijo...

Ooh, la foto del gato en el sofá me encanta! Quiero sentarme allí con él. Y la última te quedó estupenda, es muy evocadora.

Y después de este comentario fotográfico, vamos al literario (qué pedante me estoy volviendo, señor...)
Pues bien. Me gusta. Ahora todos podemos hacer cábalas como locos pensando en cómo se cruzarán los dos... pensando en qué será de la chiquilla y sus sueños occidentales... y de su abuelo, por supuesto! Pero eso sí, todo siempre con un toque esperanzador, como la misma huida de Nerea. Sí sí.

Me ha encantado ;)

Un beso, y cuidado con las fresas... jajaja.

Welzen dijo...

Es increíble lo bien que escribes, me has transportado a Estambul y a sus calles, dan ganas de visitarlas en persona y andar por donde andan los personajes y sentir lo que ellos sienten.

Como siempre un gran trabajo.

Jo Grass dijo...

Hola a todos, supongo que la mayoría estáis disfrutando de unas merecidas vacaciones; otros, como yo, todavía seguís abrumados por el trabajo. Espero regresar pronto al blog y visitar vuestras casas con la atención que merecen.
Un besote grande.

MUÑEQUITA CAT: me alegro que te haya gustado mi casa. Yo no hago intercambio de enlaces. Si encuentro un blog o web que me gusta, lo sigo y enlazo sin más. He intentado acceder al tuyo pero me dice que tu perfil no existe. Mil gracias por tus palabras.

Jo Grass dijo...

SK: seguro que el día que descubras Estambul te fascinará, como a mí. Yo también creo que son buenos los paréntesis en la vida, para poner un poco de orden, algo saludable que hay que hacer de vez en cuando. Ya veremos si esta historia me lleva algún día a otra parte.
besitos, bella

SR. NOCIVO: qué bueno que la hayas disfrutado, con fotos incluídas.
besos y felíz verano

Jo Grass dijo...

IPODGIRL: buen verano para tí también, aunque aquí estamos teniendo un tiempo otoñal.
besos

HUMBERTO: gracias, Humberto. me complace muchísimo haberte llevado de viaje. Otro beso para tí

Jo Grass dijo...

TRACY: la verdad es que quedan todas esas tramas abiertas porque así me reservo la posibilidad de retomar la historia algún día.
Gracias, bella. Espero que hayas tenido éxito con tus exámenes y ya estés disfrutando del verano, quizás en un crucero, fastidiando a Bones, jajaja
Mua

WELZEN: qué ilsuión me hacen tus palabras, y el haberte llevado de viaje, aunque sea con la imaginación.
besitos

Sergio DS dijo...

Buenísimo reportaje al completo, todas sus entregas.
Me he dado cuenta de que me quedaron cosas por ver, pero cuando salía ya me estaba prometiendo volver; creo que es un país, o más bien una ciudad con una magia que te embruja y provoca el deseo de reencontrarla, al menos a nosotros nos pasa.
Buenísimas fotos y maravillosa la relación con sus gentes.

Rosa Chover dijo...

fantástica, como siempre, qué bello Estambul y qué ganas de volver a tragármelo... de qué huía Nerea? creo que tengo que volver atrás porque me he perdido cosas entre medio... quién es Robert? un hombre que te regala un palacio es una rara avis tal y como están los tiempos...

Jo Grass dijo...

SERGIO: gracias Sergio. Creo que todos los que hemos visitado esa ciudad hemos prometido volver. La fascinación es notable y siempre quedan descubrimientos por hacer.
Besos

MANUELA: bella mami, es que esta historia me acabó enganchando a mí también y me llevó 5 capítulos deshacerme de ella, jajaja. Cuando escribí La Huida, no tenía previsto que tuviera continuidad, pero un día recuperé un archivo de fotos de Estambul, y recordé que había enviado allí a Nerea. Después de escribir un capítulo más, se me ocurrió recuperar a Robert, otro personaje del blog con un desengaño amoroso a cuestas, a quien debía una oportunidad. Entonces decidí que se encontraran porque ambos vivían un momento emocional parecido.
Me alegra que te haya gustado, aunque no estoy segura si se entiende la historia sin los capítulos previos.

Requetebesos. Me hace tremenda ilusión encontrarte de nuevo en mi cocina. Mua

Aprilis dijo...

Estambul es simplemente genial ! Una de mis ciudades favoritas! Además, como tu has hecho, puede que sea de las ciudades más fotogenicas que haya :-)
PS: Largo tiempo sin pasar por aquí Jo, lo siento de verás, pero he estado más que liado estos ultimos meses :-S ! Abrazo !

Claire dijo...

¡Ay cuánto tiempo..! Me ha gustado mucho la historia.
Me despido de tí, que me voy de vacaciones. Espero que en Septiembre volvamos con la pilas cargadas y tu menú de los jueves vuelva con todas tus historias cargadas de emociones, colores, sabores y experiencias maravillosas.
Un abrazo y feliz verano.

Humberto Dib dijo...

Ey, se te extraña...

Juan Rodríguez Millán dijo...

Una breve visita para decirte cuánto se echan de menos tus relatos... Ya sabes que deseo que tu ausencia sea por buenas causas y que estés teniendo unas buenas vacaciones.

Jo Grass dijo...

Querida Claire, Humberto, Juan de mi corazón, y todos aquellos que visitáis mi casa. Siento teneros tan abandonados pero no me ha sido posible pasar por aquí durante el verano, dificil y agitado. Espero regresar en breve y pasar por vuestras moradas, además de sentarme a escribir nuevos relatos que nos hagan a todos disfrutar un buen rato.
Besos a capazos y, hasta pronto!!!!

Lola dijo...

Vuelvo en Septiembre, te leo, y me sigues maravillando con tu forma de contar las cosas......

Lola dijo...

¿Se ha perdido mi comentario? Lola

Paty.sophia dijo...

me encantó, este relato como muchos otros tuyos me cautivo desde el principio hasta la ultima letra
espero seguir leyéndote pronto
besitos de gato

Jo Grass dijo...

LOLA querida. No se perdió. Es que tengo activada la moderación de comentarios porque no me llegan al correo. Estoy fuera hasta la próxima samana por trabajo, y con el portátil estropeado, así que me resulta dificil conectarme, y no tengo tiempo para leer o escribir, pero espero reincorporarme pronto. Requetebesos.

PATHY sofia: me alegra que te haya gustado. A ver si pronto estoy de vuelta y escribiendo cosas nuevas.
Besos

Nieves Martín dijo...

Solo pasaba a saludarte porque ya te echaba de menos, te leído que pronto estás de vuelta así que nada...

Muchos besos y ya nos cuentas :)

Jo Grass dijo...

MUERTE ROJA: yo también os echo de menos. La próxima semana regreso a casa. Espero ponerme al día con todo el mundo y escribir algo nuevo.
Besitos

Nina Maguid dijo...

Amorcita, todo bien? Mucho tiempo sin verte.
Un beso con mucho cariño.

Humberto Dib dijo...

Hey, se te echa de menos!!

Jo Grass dijo...

NINA Y HUMBERTO: no sabéis cuánto significa para mí que me echéis un poco de menos, bueno, a mis textos. La verdad es que mi vida se está complicando un poco llevándose mi tiempo, el que reservaba para leeros y escribir cada semana. Ojalá que encuentre la manera de organizarme para seguir disfrutando de esta maravillosa familia blogger a la que añoro profundamente, y de paliar la ansiedad que me invade por continuar escribiendo.
Un millón de besos para todos. MUA

Nina Maguid dijo...

Echo de menos tus textos pero mucho más a ti. Que se arregle todo, sobre todo por ti pero también por mí.
Un abrazo largo.

VAN dijo...

Hola Jo! me he estado pasando pues también te echo de menos como veo que les pasa a muchos por aquí :) Aunque si la razón de que no puedas escribir de momento es tener mucho trabajo, eso es bueno! Aquí estamos esperándote. Un besazo

LadySuchard dijo...

Jo me ha encantado el relato, espero que algún día lo continúes y nuestra protagonista se vuelva a encontrar con Robert..
Un beso, espero que todo te vaya bien y encontrarte por aquí de nuevo.

The Cool Hatter dijo...

Miss you, darling!! Vuelve que no tenemos nada interesante que leer!!! ;)
Besos guapa!!
P.D: Ya sabes que soy SK, es decir Mónica, he abandonado ese Nick, así que a partir de ahora te leo como sombrerera XD

Jo Grass dijo...

NINA MAGUID: estoy en ello, Nina. Esta noche tengo un respiro, y acabo de conseguir un portátil en préstamo. Un besote. Yo también te echo de menos!!!

VAN: además de trabajo y movidas familiares tengo problemas técnicos, pero espero sacar tiempo de alguna parte, porque necesito escribir y leeros. Besos

Jo Grass dijo...

LADYSUCHARD: puede que algún día continúe esta historia. Me encantaría reunir a estos personajes de nuevo!!
Besitos

SK: bella, estoy impaciente. A ver si mañana puedo escribir algo. Ahora quiero saciar el mono de leeros a vosotros.
No sabes cuánto me reconfortan tus palabras!!
Mua